Un hombre de Dallas ha admitido haber matado a su ex novia en su apartamento de College Station hace casi dos años.
Sin embargo, los fiscales dicen que Cristian Gonzales, de 24 años, de Lewisville, no ha dicho por qué apuñaló y estranguló a Angie Saucedo, de 19 años, al término de una relación de seis meses.
Gonzales fue sentenciado a 50 años como parte de un acuerdo con la oficina del fiscal del condado de Brazos.
Un comunicado de prensa de la fiscalía indicó que había un video de Gonzales tirando el teléfono de la víctima y otros artículos que contenían su sangre en un contenedor de basura del estacionamiento de Walmart, en el oeste de Bryan.
Comunicado de prensa de la oficina del fiscal del condado de Brazos:
Cristian González, de 24 años, de Lewisville, Texas, fue condenado a 50 años de prisión por el juez John Brick. La sentencia de González sigue a una declaración de culpabilidad por el asesinato de Angie Saucedo, la ex novia de González.
El 6 de octubre del año 2020, la policía de College Station respondió a una llamada telefónica al 911 de la compañera de piso de Angie. La compañera de piso informó que la madre de Angie la había llamado preocupada porque no podía ponerse en contacto con Angie. La compañera de piso abrió la puerta cerrada de la habitación de Angie y la encontró muerta. La compañera de piso declaró que el ex novio de Angie, el acusado, había ido a visitarla y que lo último que había sabido de Angie, era que estaba con el acusado.
La policía se puso en contacto con el acusado, que se encontraba en la casa de la madre de Angie. El acusado afirmó que se había enterado del fallecimiento de Angie y quería dar el pésame a la familia. La policía entrevistó al acusado, quien afirmó que Angie estaba viva cuando salió de College Station. González declaró que la única parada que hizo durante el camino a Lewisville fue para comprar una botella de agua en Wal-Mart.
La investigación subsiguiente, en la tienda Wal-Mart de Bryan, mostró al acusado en un vídeo de vigilancia tirando artículos en un contenedor de basura del estacionamiento. Al registrar el contenedor de basura se encontró el teléfono de Angie, toallas de papel que coincidían con las que fueron encontradas en la residencia de Angie y guantes de látex. Se determinó que cada artículo tenía sangre de Angie. Se realizaron pruebas de ADN en el interior de los guantes, que resultaron ser consistentes con el perfil de ADN del acusado. La sangre de Angie se encontró posteriormente en los zapatos recogidos del acusado.
Los registros telefónicos y las descargas del teléfono de la víctima y del acusado revelaron que el acusado intentó ocultar su asesinato enviando mensajes de texto al teléfono móvil de Angie en las horas posteriores de haber tirado el teléfono al contenedor de basura de Wal-Mart.
Un investigador de la Oficina del Fiscal del Condado de Brazos entrevistó a la madre del acusado. En esa entrevista, la madre del acusado le dijo al investigador acerca de la información que Cristian había afirmado conocer sobre la muerte de Angie a través de la policía. La información no había sido revelada públicamente o a González, y sólo era conocida por el asesino.
El acusado no tenía antecedentes penales. La familia de Angie colaboró con la fiscalía durante todo el tiempo que duró el caso y la declaración de culpabilidad. En el alegato, la familia de Angie expresó sus pensamientos y su dolor por la devastación que ha tenido la muerte de ella en todos ellos, y que ninguna cantidad de años o sentencia sería suficiente por lo que hizo el acusado. La familia también leyó una carta que Angie escribió un par de meses antes de su muerte. En la carta, Angie expresaba lo agradecida que estaba por su familia y el acusado. Así como sus esperanzas de que el futuro con el acusado iba a ser brillante porque iba a hacer cambios en su vida.
Este caso fue investigado por el departamento de policía de College Station, dirigido por el sargento Mike Clark y el detective Robert Wilson, con la ayuda del departamento de policía de Irving y la oficina del fiscal del condado de Dallas. La investigación subsiguiente fue realizada por el investigador Michael Johse de la Oficina del Fiscal del Condado de Brazos.
Las fiscales adjuntas Jessica Escue y Kristin Burns dijeron que “Angie era la estrella brillante del universo de su familia. Su asesinato sin sentido resultó en una pérdida que ninguna familia debería sufrir. Esperamos que esta sentencia les traiga algo de paz y justicia”.