La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) anuncia que un hombre de Bryan ha admitido poseer pornografía infantil en discos duros de ordenador que suman más de 313,000 imágenes y más de 6,700 vídeos.
El castigo para Scott Provost, de 64 años, incluye casi 22 años de prisión, seguidos de diez años de libertad supervisada.
Provost también deberá registrarse como delincuente sexual y pagar una cantidad aún por determinar en concepto de indemnización a víctimas que, según el FBI, son bebés.
Durante un registro en el domicilio de Provost, el FBI y la policía de Bryan encontraron discos duros de uso personal que contenían cuatro terabytes de pornografía.
El registro se produjo después de que Provost fuera identificado como usuario de una red “peer to peer” que utiliza un almacén de datos centralizado para guardar y distribuir información sin temor a la censura.